martes, 27 de diciembre de 2011

VIVENCIAS EN UN BUS . NOVELA CORTA ( XXVIII)

Don Blas no puede contener las lágrimas por más tiempo. Al oír las últimas palabras de ana, los sollozos lo ahogan. ¡pensar que se le va su única alegría, su única ilusión...!
Ana, para no alargar más tiempo la despedida, le da un beso en la mejilla y le dice disimulando la pena que la embarga:
  --¡No sabía yo que mi amiguito era llorón, hasta la vuelta, don Blas, y que no me entere yo de que se encierra en casa y no duerme ni come. Cuando volvamos, su nieto y yo nos ocuparemos de alegrarle la vida.
  Se despide de todos nosotros y baja del bus como una flecha encaminándose al lugar donde han quedado todos para reunirse.
  A las doce de la mañana, un guardia municipal acompañado de un señor de mediana edad, nos avisa que este bus tendrá durante unos días, hasta que Toni vuelva, otro chofer.
El caballero sube al auto y nos saluda con una sonrisa:
  --Mi nombre es Jaime Sierra. Estaré a las órdenes de ustedes hasta que mi compañero pueda volver otra vez a ocupar este puesto. Por el momento, no viajaremos ya hasta mañana por la mañana, y lo haremos a los jardines del Real, o Viveros, tal cual se me ha ordenado.
  Silencio sepulcral. Echaríamos mucho de menos a nuestro Toni, ¡nos costaría horrores adaptarnos a este nuevo caballero que nadie conocía y que... en fin... que no sé yo si se me brindará a contarme historias de los viajeros para que yo se las cuente a ustedes y a reservarme el asiento de su lado cada día. Ya veremos. Espero, eso sí, que no me la juegue.

  A las ocho de la mañana estoy en la parada de la Plaza de España de donde ha de partir el bus con don Jaime como nuevo chofer. NO veo un alma conocida. Me siento triste, vacía...
A los diez minutos llegan varias caras que me son familiares. Nadie ríe, nadie habla.
Lena es una de las personas a quien primero saludo, y que me informa:
  --Sé que Toni salió de la comisaría porque los de la discográfica que se han llevado a las chicas de gira, o sea, los hijos de Blas, dieron una buena suma de dinero. Ahora lo que hay que esperar es que la niña e Irma se recuperen pronto. Beto se fue a casa de Xebi anoche y ahora tengo que ir a por él y  a por sol para llevarlos al parque de los Viveros, ya que Xebi trabaja, Paco también... La niña es un verdadero torbellino, no sé si esta noche habrán dormido sin pegarse dos coscorrones mutuamente.
  Llega el bus. Don Jaime da los buenos días y cuando ya nadie más sube, arranca el coche de golpe. ¡Malo, Toni nunca lo hacía así! Pero este no es Toni, caramba, es otro y cada cual tiene su modo de conducir.
  Llegamos a los jardines, y yo me bajo con el resto de los viajeros pero ya saben: no voy a contar lo que ocurra en la excursión, sólo les cuento lo sucedido dentro del bús.
Un poco de Historia:
  Vertebrada por un parque extendido a lo largo del antiguo cauce del río Turia, dotado de excelentes instalaciones deportivas, recreativas así como de amplias
zonas verdes. Los Viveros o Jardines del Real, uno de los espacios más notables de la ciudad que destaca por su extensión, rica jardinería, la profusión
de monumentos escultóricos y fuentes que realzan su entorno. Alberga en su interior el Zoo y el Museo de Ciencias Naturales con sus colecciones de Paleontología,
Malacología, ecosistemas valencianos y la aportación valenciana a la Historia Natural.

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