domingo, 4 de diciembre de 2011

VIVENCIAS EN UN BUS . NOVELA CORTA ( VI )

La niña, que al principio parecía sentirse muy avergonzada y que por eso se escondía debajo del asiento, viendo que las miradas se dirigían hacia ella, salió al pasillo del bus y fue directa a jugar con Xander. Primero le agarró el rabo, el animal trataba de librarse de ella sin poderlo conseguir. Sol, viendo que no era atacada por el perro, le tiraba de las orejas, se subió encima del lomo del animal, y en un momento, éste debió de sentir algún dolor o agresión porque se volvió hacia la niña y le dio un mordisco en la mano. Inmediatamente la revoltosa chiquilla empezó a llorar, Eusebio la cogió en brazos  y le riñó suavemente al animal. Cristina, toda azorada, cogió a la niña, dándole un azote en el trasero y diciendo al caballero:
  --Perdone, no ocurrirá más; me he descuidado, y a este demonio de niña no se le puede perder de vista.
  --No tiene importancia, el perro no suele morder a nadie, al contrario, es muy cariñoso y juguetón, sobretodo con los niños pero...
Dio una palmadita cariñosa a la niña en el hombro y le dijo:
  --La próxima vez que nos veamos, no le cojas del rabo ni de las orejas, verás como os hacéis muy amigos.
  Sol le sacó la lengua y se limitó a encogerse en el regazo de su madre. Paco, que había observado la escena, le dijo a su amigo:
  --Debe de ser una consentida maleducada esta mochuela, hay que ver con qué desparpajo ha salido de las faldas de su madre y cómo te ha sacado la lengua ahora.

Eusebio no contestó. Algo había cambiado esta chiquilla en su vida....

  Cerca de la estación de RENFE, la niña y la madre van a bajar del bus; Eusebio se queda pensando y para mis adentros, creo que le preocupa que estas dos personas se vayan en algún tren. Paco debe de pensar como yo, porque se ha vuelto a su compañero y le susurra algo al oído, Xeby se levanta, tira de su perro, pero el animal se niega a caminar; no es ésta la parada donde deben bajar, el perro es muy inteligente y se sabe muy bien el itinerario que recorren cada día juntos. Xeby, furioso, vuelve a tirarle a Xander del collar y éste, con ojos tristes, cede ante la fuerza del tirón y ayuda a su dueño a bajar del bus, junto con Cristina y Sol. ¿Adónde irán? ¿Porqué ese empeño de Eusebio por seguirlas? No me pregunten, porque yo estoy tan intrigada como ustedes, amigos lectores. Sigamos nosotros en el bus y dejemos que ellos vivan su vida como puedan o quieran.

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