sábado, 20 de febrero de 2021

CARTA DE UN PERRO GUÍA A SU DUEÑO

Amado amo:

¿Conoces la dimensión y formas de este verbo precioso? A mí nadie me enseñó a conjugarlo, aprendí a lo largo de mi corta vida, y te lo voy a demostrar.

Yo amo, sobre todo a ti que cada día me das el alimento, la compañía, y todo lo que necesito. Amo a los niños que se me acercan y me acarician; la vida a tu lado prestándote mis servicios para que te sientas protegido de todo obstáculo. 

Yo he amado, a mis progenitores, entrenadores, a todo aquel con quien he convivido.

Yo amaba, creo que desde el vientre materno, ya


conocía el amor, amaba y ansiaba ser amado. 

Yo había amado, dicen que antes de esta vida hemos pasado por otra anterior, y no me cabe duda, de que yo ya había amado antes, este gran instinto que es el amor, lo llevo dentro de mí desde hace mucho tiempo.

Yo amé, al taxista que me negó la entrada en su coche; a ese niño que me dio una patada como si fuera un balón. Amé porque mi carácter noble me impide odiar.

Yo hube amado, porque el amor es lo más grande del ser, lo más bonito de uno mismo.

Yo amaré, te amaré hasta el infinito, sin esperar nada a cambio. Daré mi vida por la tuya, mi amo.

Yo habré amado, lo verás, cuando el Ser Supremo nos separe, sabrás cuánto te hube amado, y yo sentiré la satisfacción de haberme entregado por completo a ti.

Yo amaría, así sería si volviera a nacer y a ponerme a tu servicio o al de cualquier otra persona. volvería a daros todo mi amor.

Yo habría amado, NO lo dudes, aunque no fuese correspondido. 

Yo ame, solo deseo que el amor permanezca siempre intacto en todos nosotros, que yo ame y los demás también. 

Yo haya amado, cuando el mundo se acabe y nos reencontremos en otro mejor, ¡será hermoso ver que hemos amado!

Yo amara, me lo pidieron mis padres y maestros. Y así lo estoy cumpliendo firmemente.

Yo hubiera amado, aunque nadie me lo hubiese pedido, aunque no me amen a mí.

Yo amase, si mis antepasados te hubiesen conocido, si supieran que estoy a tu servicio, estoy seguro de que me habrían exigido que te amase. Porque amándonos unos a otros la vida no conocería maldades ni mentiras; odios ni rencores...

Yo hubiese amado, en cualquier lugar, a cualquier semejante. Porque el amor no tiene edad, ni tiempo, ni tamaño, no distingue razas, ni sexo, es ciego e inconmensurable.

Yo amaré, amaré y amaré, siempre te seré fiel mientras me quede vida.

Yo hubiere amado, y te hubiere dado lo que más necesitas: independencia. Lucharé cada día por ti y por mí sin descanso.


Ama: ¡exígemelo cada vez que me enfade!; cada vez que me descuide en mis labores... Soy todavía joven y puedo despistarme.

No ames, es en lo único que no obedeceré. Porque pedir a alguien que no ame, sería decirle que odie. Jamás me pidas esto, sería mi mayor castigo.

Solo quiero decirte que vivo amando y moriré habiendo amado.

Seudónimo: Randy

domingo, 14 de febrero de 2021

Jábaga, ¡qué bello eres!

Bello y majestuoso; así luces tu imagen, con tus

callejuelas de antaño convertidas en calles perfectamente asfaltadas. 

Con tu Iglesia Parroquial de estilo románico. 

Tus ermitas también romanas de san roque y san Bartolomé. 

La extensa dehesa poblada de robles y pinos, que es tu mayor riqueza natural.

Tal vez, inmersa en el dolor por la pérdida de un ser querido, mi padre, que, igual que el resto de la familia, nació en tu seno y descansa en tu camposanto, no sea ésta la carta perfecta que te exprese la dimensión de mi amor por ti.

Como hija y vecina, te adoro. 

Has sido mi cuna y quisiera que me acogieras en tu seno para mi último descanso. 

En estos momentos de ausencia forzada por las


circunstancias que me rodean, te añoro, te extraño, te lloro ¡y te quiero más que nunca!

Ansío volver a pasear por tus caminos rústicos, de bellos paisajes, sombreados por esos pinos, encinas o robles centenarios plantados por mis antepasados con sus propias manos y con todo el cariño posible. 

Anhelo respirar ese aire puro impregnado de fragancias de romero, jara, tomillo o la resina de los pinos, que despiertan mis sentidos. 

Pero a la vez, el patente declive de tu población, me duele; me duele como una gran espina clavada en el corazón. 

La impotencia para frenarla me pesa como una losa marmórea inamovible. 

Y los recuerdos de tiempos pasados pero mucho más felices me arrebatan el sueño de la noche y la paz del día. 

Me veo de niña corriendo por tus callejones y jugando por los corrales. 

Me veo en la escuela peleando con otros niños. 

O en la era de mis abuelos envuelta entre el trigo y el polvo; revocándome en un carro o montando en Manolo, el burro paciente y bueno de mi abuelo Constantino. 

Y todos estos recuerdos y añoranzas me ayudan a pasar los días, las semanas, los meses fuera de tu seno, contando las horas que faltan para volverte a ver. 

Sueño con ese día en que la imponente escultura de Don Quijote, me recibirá a la entrada anunciándome que estoy de nuevo en mi pueblo. 

La distancia que hoy nos separa me parece abismal pero mi amor hacia ti es inconmensurable.

Y vivo constantemente pensando en ti, porque vivir así, ¡es morir de amor!

María Jesús Cañamares Muñoz

lunes, 4 de enero de 2021

FELIZ 2021

 Muy feliz año a todos y a todas: que al menos este año podamos volver a abrazarnos y pasar muchos ratos juntos. os deseo todo lo mejor.


Y como hoy cumpliría años Louis Braille, inventor del sistema de lectoescritura para ciegos más usado en el mundo, aquí os dejo un 
Fotografía de la entrevista
reportaje que ha hecho el gabinete de prensa de la ONCE para agasajarnos al Braille y a mí por el premio reciente que gané.


El enlace lleva también a varios audios, declaraciones mías sobre ese sistema que se oye muy mal pero un oyente sí puede oirlo.