domingo, 1 de enero de 2012

VIVENCIAS EN UN BUS . NOVELA CORTA ( XXXIII)

Efectivamente, un cuarto de hora después, bajamos todos en este precioso lugar, lleno de lagunas, de parques, de flora y fauna...
Los señores de Rodríguez Moreno han llegado antes que nosotros, se abalanzan a don Blas y lo besan y felicitan con efusión:
  --¿Ves, brujo?, ya has conseguido lo que querías. Ya no vas a venir con nosotros en los inviernos, o si lo haces, será con esa linda compañía que llevas del brazo. ¡eres increíblemente conquistador, papá, y yo, que sólo pude conquistar a mi mujer y de milagro.!
  --Ni yo mismo lo creo, hijo mío. ¿Pero tú la aceptas como mi futura esposa? Nunca jamás va a suplir a tu madre, de quien tengo un vivo y amoroso recuerdo, pero... ¡me sentía tan solo, me hacía tanta falta el amor de alguien que estuviera permanentemente a mi lado...! ¡perdóname, hijo mío, yo no quiero suplantar a nadie, no quiero que pienses que porque Anita viva conmigo voy a dejar de ser el mejor padre para ti, el mejor abuelo para el chiflado éste, que casi me tira por los aires cuando ha venido, y el mejor padre político para Paqui.
  --¡Basta, basta, papá! Tu vida es muy tuya, tienes todo el derecho de vivirla como mejor creas o quieras. Ana es una buena mujer, la diferencia de edad es abismal pero si eso no os importa, ¡todos contentos!
  Blas, con los ojos llenos de lágrimas, no sabe a quién abrazar primero. Lo hace de uno en uno y cuando llega a los brazos de Ana Nelys, los dos se funden en un largo beso, que promete una eterna relación llena de gozos y felicidad.

  Voy a narrarles un poco de esta zona que vamos a recorrer en esta tarde, porque me parece preciosa y digna de que los lectores la conozcan.
Naturalmente yo no contaré las vivencias fuera del bus, pero sí quiero que lean y conozcan un poco las zonas más bonitas de la capital del Turia. De todo se aprende un poco.
  Hemos degustado un sabrosísimo all i pebre de anguilas, una paella gigante y sabrosísima, una merluza a la romana, y los postres que cada cual ha querido, ahora la gente se va a recorrer la zona y yo mientras, se lo explico a ustedes desde este bus.

  En la Mallada del Raco de l´Olla, y tras las obras de regeneración realizadas en 1989, se han asentado numerosas especies de aves, entre ellas varias colonias de Canastera, Charrancito, Cigüeñuela, etc. Actualmente la Reserva del Raco de l’Olla, de 40 Ha de superficie, constituye una valiosa zona de transición entre el sistema de dunas fijas de la Devesa de El Saler y la albufera.

La Devesa

La mayor diversidad botánica de este ambiente favorece la existencia de distintos grados de cobertura vegetal que permitirá el asentamiento de una fauna muy variada, de características termófilas y de amplia distribución, similar a la propia de un matorral o de una maquia. Los matorrales densos de coscoja,
palmito, labiérnagos, lentiscos, aladiernos, etc. se cuentan entre las formaciones más interesantes y peculiares de la Devesa de la Albufera.

En algunas zonas de la Devesa, hoy cerradas al acceso al público, se dan peculiaridades florísticas o faunísticas que son indicadoras de un pasado con biocenosis más diversas. Entre estas zonas merecen citarse los escasos pies de Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa y el pinar situado entre el Estany de Pujol y el lago donde, además del martinete (Nycticorax), se asienta una considerable colonia de varios cientos de garzas reales (Ardea cinerea).

El proceso urbanizador de pasadas décadas supuso la apertura de numerosos viales, la urbanización de algunas zonas del interior de la Devesa, la creación de numerosas superficies para aparcamientos, etc.; por lo que amplias zonas de la Devesa ofrecen una fisonomía marcada por el intenso uso recreativo, incendios recientes o antiguas obras de infraestructura.

El valor de toda esta zona sigue siendo considerable en cuanto acoge una buena representación de formaciones vegetales sobre dunas fijas y representa una referencia paisajística y cultural para los valencianos, aunque se requiere su urgente regeneración y conservación.

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