Queridos Reyes Magos:
Si me descuido un poquito, no os llegará mi carta, cargaréis con los regalos de otras personas, los distribuiréis por sus casas, y yo me quedaré con la boca abierta y las manos vacías.
Por eso, prefiero adelantarme un poquito y pediros lo que quiero que traigáis este año para mí.
¡NO, no, tranquilos, no pediré mucho! sé que hay mucha pobreza, mucha crisis mundial, lo tendré en cuenta, no os asustéis.
Pero para este año quiero:
Muchos, muchos amigos, pero amigos de verdad, de los que están ahí en lo bueno y en lo malo. Amigos de todas las latitudes del planeta, de todas las clases sociales; amigos para siempre.
Mucha paz. Para mí y para todos.
Mucha riqueza, humana, para mí y para todos. Así habrá respeto, solidaridad, cariño y comprensión.
Quiero también el perdón de aquellos a quienes ofendí o disgusté. Quiero recuperarlos, reencontrarlos, y poderlos abrazar aunque sea virtualmente, de manera que no quede entre nosotros ni sombra de odio o rencor. Quiero estar bien con todo el mundo, mis queridos reyes magos.
Quiero una sonrisa, una palabra, un saludo de aquellos que ahora no me hablan.
Quiero un beso de quienes me quieren y valoran.
Quiero que todo el mundo me quiera......
¿Es mucho lo que pido? ¿Os costará muy caro empaquetar todos mis pedidos y traerme un paquete donde no falte ninguno de ellos?
Espero que no, que el día 6 de Enero me despierte de un sueño profundo y feliz y me encuentre encima de mi cama una caja llena de amigos, de perdón, de besos, de palabras y de ilusión.
María Jesús Cañamares.
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