martes, 31 de marzo de 2015

MIÉRCOLES SANTO - PROCESIÓN DEL SILENCIO

Jesús se percata de que los líderes judíos están resueltos a arrestarlo el miércoles, de modo que él se pasa todo el día del miércoles en Betania. Él sabe que aún no sería el tiempo oportuno para que él fuese arrestado ese día.

En la escritura no se menciona mucho acerca del miércoles, excepto que él pasa parte del día en la casa de Simón el leproso (en Betania) donde una mujer con un vaso de alabastro de un perfume de gran precio unge su cuerpo para su sepultura (véase Mateo 26.12). El otro suceso conocido del miércoles es que éste es el día en que Judas conspira con los líderes judíos para traicionar a Jesús.

Aquí debemos detenernos para considerar la forma en que los judíos calculaban el tiempo. Los judíos contaban el comienzo de un nuevo día al anochecer. Ellos buscan la aparición en el cielo de las dos primeras estrellas de la noche entonces anuncian el nuevo día tocando el cuerno. La puesta del sol en Jerusalén en el tiempo de la pascua tiene lugar alrededor de las 6:00 p.m. Aproximadamente a las 6:20 p.m. aparecerían las dos primeras estrellas de la noche y entonces se toca el cuerno para anunciar el nuevo día, el día 14 del mes de Abib. (Sin embargo, según nuestra manera de calcular el tiempo, aún era miércoles por la noche.)

Cuando los judíos escucharon el sonido del cuerno ese miércoles por la noche, ellos supieron que el día 13 del mes de Abib había concluido y que había comenzado el día 14. Ya era la hora de comenzar a pensar en las cosas que ellos deseaban hacer ese día.

Es muy probable que esto haya sido lo que les sucedió a los discípulos. Al anochecer del miércoles sonó el cuerno para anunciar la llegada del día 14, la pascua. Los discípulos de Jesús ahora comenzaban a preguntarse dónde ellos iban a comer la pascua. Ellos le preguntan a Jesús por esto en Mateo 26.17. Ellos sabían que para Jesús era demasiado peligroso ir a Jerusalén, sin embargo la pascua tenía que comerse allí. En Mateo 26.18 Jesús les instruye a sus discípulos que vayan a la ciudad donde encontrarán a un hombre que les mostrará un aposento que ellos podrán utilizar. Ellos deben decirle que el tiempo de Jesús “está cerca”. Este no sería el tiempo normal para guardar la pascua. Aunque es el día de la pascua (día 14) el cordero no debía sacrificarse hasta por la tarde y comerse esa noche (que es el día 15 del mes de Abib en el calendario judío). Es muy posible que Jesús y sus discípulos no tuvieran un cordero que comer en su temprana cena de la pascua, a no ser que fuese el propio Jesús cuando él dijo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo”. Ninguno de los evangelios menciona nada acerca de un cordero, excepto el Cordero de Dios.

Jesús había enviado primero a sus discípulos para que prepararan la pascua. El aposento ya estaba listo de manera que los preparativos para la pascua no les tomaron mucho tiempo. Bajo el amparo de la oscuridad, Jesús entró a Jerusalén para comer la pascua. Pudo haber sido alrededor de las 7:00 ó 8:00 p.m. Después de la cena, ellos se retiraron al Monte de los Olivos. Para entonces ya era muy tarde (quizá las 11:00 p.m.) y los discípulos no pudieron permanecer despiertos mientras Jesús iba y oraba. A esto le sigue el arresto, luego los juicios temprano en la mañana. Jueves por la mañana.

Procesión del Silencio
Se inicia este desfile procesional desde la Iglesia Parroquial de San Esteban, a las 19,00 h. Del templo realizan su salida procesional las Venerables Hermandades de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y del Prendimiento. 

Esta procesión, cuyo común eje cronológico se centra en los episodios de la Pasión del Redentor que tienen lugar en Getsemaní y primeras horas de la noche, se caracteriza también por el color blanco del capuz en todas las Cofradías excepto en la de San Pedro Apóstol que cambia a encarnado. 

Ascienden ambas Hermandades con sus Sagradas Imágenes titulares hacia la Plaza. En la Parroquia de El Salvador se incorpora al cortejo la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol. De gran vistosidad es el paso de las Cofradías e Imágenes Procesionales por la nazarena curva de Solera con la calle del Peso. Mientras estas Hermandades continúan su ascenso, desde la Iglesia de San Pedro, en lo más alto de la ciudad antigua, inician su incorporación al desfile procesional tres cofradías más: las Venerables Hermandades de San Pedro Apóstol, La Negación de San Pedro y Santísimo Ecce Homo (de San Miguel). 

El discurrir de todas las Cofradías llega a simultanearse hasta confluir en la Plaza Mayor, donde se une, para encabezar el descenso, la Venerable Hermandad de la Santa Cena, que realiza su salida procesional desde la Santa Iglesia Catedral Basílica.


Sobre las once de la noche, y en perfecto orden cronológico, el cortejo vuelve, por Alfonso VIII y Andrés de Cabrera, a San Juan y Palafox, para llegar a la parte baja de la ciudad. Se hace imprescindible ver el desfile por las populares Curvas de la Audiencia. 

Tras discurrir por la parte nueva de la ciudad, la mayoría de las hermandades terminan su estación penitencial en la iglesia de San Esteban y alrededores, aunque no debería importarnos seguir a las Hermandades del Santísimo Ecce Homo (de San
 
Miguel) y Nuestra Señora de la Amargura a su vuelta, de madrugada, hacia la iglesia del Salvador.




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JUNTA DE COFRADÍAS

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