miércoles, 10 de octubre de 2012

¡POR FIN LLEGAN LAS FIESTAS EN JÁBAGA!

BIENVENIDOS A JÁBAGA


Con el Otoño ya instalado en nuestro pueblo, que ya se iba quedando vacío tras las vacaciones estivales, llegamos al fin de semana del viernes 12 al domingo 14, pero que por ser el 15 lunes el día de Santa Teresa, patrona del municipio, ese fin de semana se alargará para nosotros los jabagueños.
NUESTRA IGLESIA

            Son las fiestas más deseadas y esperadas por todos nosotros, Jábaga vuelve a llenarse de gente, a lucir su bandera y a demostrar al mundo que, aunque llueva, haga frío o calor, y sea además la última fiesta del año en la provincia de Cuenca, sabemos disfrutarla a tope.

            A lo largo del tiempo, la manera de celebrar esta fiesta en honor a nuestra Patrona ha evolucionado mucho, no sé si para mejor o para peor, lo cierto es que las circunstancias van cambiando. En tiempos de mis abuelos o de mis padres, las fiestas eran más... tradicionales, más familiares si cabe, porque a los músicos que venían a tocar en el amplio salón del baile del pueblo, se les hospedaba en las propias casas de los vecinos. Durante la fiesta, en las casas más adineradas –por llamarlo de alguna forma, ya que entonces se disponía de pocos recursos- se mataban gallinas y pollos, criados con esmero por las propias amas de casa para sus guisos,  se hacían dulces a mano en el único horno que había en el pueblo, y se invitaba a comer o cenar a los parientes que venían de fuera o a los músicos. Era un jolgorio permanente.

Como actividades, las religiosas no han variado mucho: misas solemnes con procesión, llevando a la santa con su mejor gala por el pueblo. Las mozas y el párroco se encargaban de cantar en las misas.

Las fiestas entonces las patrocinaban y pagaban los mozos solteros del pueblo, quienes, hartos de trabajar todo el año en sus haciendas familiares o en las ajenas, esperaban como locos que llegaran estos días para “ligar” con sus pretendidas mozas, quienes también se ponían entonces sus mejores galas (unas galas que sólo usaban  en esa ocasión por falta de recursos y que les duraban varios años en muchos casos metidas en los armarios para no estropearlas); iban incluso a pie a la capital  con tal de que les hicieran la permanente en sus cabellos para estar más guapas.

Venían “turroneros, o confiteros” vendiendo alajú y otros dulces, y los jabagueños se dejaban en ellos parte de sus ganancias, ya que por lo general somos muy golosos.

            Desde hace unos años, las cosas son distintas, ya que la juventud que ahora hay en el pueblo ya no se dedica a trabajos caseros, sino que se marchan a otros sitios a ganarse el pan. Las mozas de ahora ya no son las que había antes, también han salido  a ganarse el pan fuera del pueblo y por lo tanto, la tradición del baile y la financiación de las fiestas ya no son responsabilidad  de la juventud. Ahora, y como en casi todas partes, el Ayuntamiento, con ayuda de Diputación, de bares y restaurantes, de inmobiliarias, etc. patrocina las fiestas.

Los músicos ya tienen coches modernos y medios para ir a sus casas y no se hospedan aquí.

Las actividades son más variadas y de todo tipo, aunque las religiosas siguen siendo las mismas. La excepción es que en las Funciones religiosas ahora suele tocar alguna banda musical de la capital.
 También se incorporaron desde hace unos pocos años la reina y las damas, que hace tiempo no existían. Hay también un pregón que suele recaer en alguna autoridad de la capital conquense ya que los jabagueños no solemos animarnos a echarlo.

            Lo que más atrae a la gente en estas fiestas es la suelta de vaquillas por un recinto ya establecido. Para la gente joven, los días de la vaca son los únicos en que gozan de estas fiestas, ya que la verbena ahora no les interesa mucho; ellos prefieren tomar copas en el bar del pueblo, charlando o haciendo bromas. El baile es para la gente más madura.

Este año por la crisis del país y los recortes de presupuestos, será difícil conseguir que haya vaquilla, ya que ahora la norma es que durante la suelta, esté presente una ambulancia móvil con equipo sanitario, lo que supone un buen desembolso para el ayuntamiento. Aun así, esperemos contar con esa diversión.

            Otra actividad que no se ha perdido desde que se iniciaron las fiestas en honor a la Patrona ha sido la entrega de lo que llamamos “caridad”, y que consiste en un panecito dulce a cada persona, amenizado con un vaso de zurra o sangría. Se suele dar a todo el que asista y tras la misa solemne del domingo.

PROCESIÓN CON SANTA TERESA
También predominan los juegos de mesa, como cartas, parchís, et., el parque infantil con colchonetas y toro mecánico para los más pequeños, juego de petanca,etc., con el correspondiente trofeo.

¡Así son las fiestas de Jábaga, así homenajeamos a una santa patrona madre de pobres y desamparados, que honra al pueblo con su presencia en nuestra capilla, la cual te animo, lector, a visitar en ese fin de semana del 12 al 15 del próximo mes de Octubre.
Te invito a probar las raciones del bar de Peter, a correr la vaquilla, y, en definitiva, a disfrutar con todos nosotros!

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