miércoles, 4 de julio de 2018

Quiero compartiros una hermosa carta recibida hoy por el delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, con quien, además de una relación de afiliada-delegado, nos une otra mucho más honda y estrecha que ya dura alrededor de 30 años. Este hombre, siempre me ha apoyado y ayudado en todo proyecto en que me he metido, jamás me ha negado nada. Os pongo en antecedentes porque fuera de la ONCE no creo que muchos conozcan el motivo de esta carta: cada año, la comisión europea de desarrollo y defensa del sistema Braille, convoca un concurso de redacción o relatos sobre lo que ese sistema representa para los ciegos. YO hace seis años tuve la dicha de ganar el primer premio europeo de redacción en Braille, premio que compartí con otra tocaya mía de Salamanca pero que fue una experiencia que por muchos años que viva no podré olvidar. Pues bien, después de ese premio, han sido varias las veces que me he vuelto a presentar. Primero es la ONCE quien selecciona a cinco de los candidatos que nos presentamos a concurso, y esos cinco pasan a la fase final, en cuyo caso competimos con ciegos de toda Europa y es un jurado europeo quien decide finalmente a quién premian o rechazan. Este año he vuelto a ser seleccionada por la ONCE junto a cuatro compañeros más. Primero fue mi director de Agencia, Javier Martínez Eslava, otro gran amigo mío también desde hace años y que al igual que Carlos Javier no deja de estar pendiente de mí un minuto, quien me comunicó la noticia por whatssap. Con una alegría inmensa que le salía por todos los poros de su piel y se le notaba sincera. NO habían pasado dos minutos, cuando Lucía, nuestra profesora de la Agencia, y persona también
entrañable para mí, me mandó otro whatssap para leerme incluso los nombres de los seleccionados. ¡Otra gran defensora del Braille, Lucía, que no cabía en sí de gozo al darme la noticia! Y esta mañana, como os digo recibo la carta que os pego a continuación para compartirla con todos vosotros y que veáis cómo el mejor premio que uno se puede levar, es sentirse querida y valorada. Ahí va.

¡Enhorabuena a esa luchadora del braille!
¡Apreciada María Jesús!:
Una vez que se ha publicado la nota con las obras seleccionadas para representar a nuestro país en el concurso internacional
sobre el sistema braille, me he llevado la gratísima sorpresa de que apareces tú, y no he podido reprimir el impulso de escribirte unas líneas.
En primer lugar, para trasmitirte mi más sincera felicitación, pues a parte de cómo escribes de bien, se nota que las palabras
brotan de ese peazo corazón que llevas contigo. Pero sin duda, tenemos que sumar tu empeño y lucha por defender a esos seis puntitos que nos aproximan
a la Cultura de verdad.
Por otra parte, quisiera darte las gracias por ser una guerrillera del Braille. Necesitamos afiliados que peleen las cosas
desde el compromiso y la lealtad a la ONVCE, que sin duda tiene una apuesta firme por este sistema de lectoescritura, pues no sólo se ha dinamizado con
un método didáctico innovador para los más pequeños, sino que se va a realizar uno similar para adultos, se van a renovar todos los sitemas de transcripción
e impresión y se siguen sumando títulos en braille a la Biblioteca.
En fin, que sólo quería eso, darte las gracias y felicitarte por encontrarte entre las cinco representantes de nuestro país
en el certamen internacional, ya sólo por ello, se ve recompensado el esfuerzo y la lucha.
Recibe un gran ciberbeso y a ver cuándo lo canjeamos por uno algo menos virtual:
Carlos Javier Hernández Yebra
Delegado Territorial
bien. Pues quiero públicamente dar las gracias a la ONCE por cuanto me ha dado: estudios en su colegio de Alicante con unos maestros inigualables. Profesionales en materia de sordo-ceguera que me han enseñado muchas cosas entre ellas informática y que me han hecho pasar momentos inolvidables. Instructores en tecnologías, como mi gran amiga Mercedes Rojas, Eugenio Romero o Luis Muñoz, gracias a los cuales ahora puedo manejar el ordenador, el iPhone y la línea braille. Vacaciones o convivencias pagadas; premios por mis relatos a nivel territorial que también me los he llevado en 2 o 3 ocasiones; una estancia en un piso tutelado con 4 sordociegos más durante tres meses donde lo pasamos genial y vivimos una vida que se aproximaba a la "normal", ya que hacíamos las tareas de casa, salíamos a distintos sitios como todo el mundo hace.... siempre apoyados por personal perfectamente preparado.... Todo esto, y muchas cosas más que seguro se me escapan, me lo ha dado la ONCE sin pedirme nada a cambio salvo mi lealtad a la Entidad. ¡Gracias a los compañeros y compañeras que cada día han pasado frío y calor, estrés y angustias, vendiendo el cupón para que yo pudiera beneficiarme de todo esto... Gracias a la dirección territo
rial de Toledo y al consejo territorial por apoyarme. Y gracias infinitas a mi director de agencia, a Lucía la profesora, a Marisa, nuestra trabajadora social, a Pilar la otra profesora de la agencia de Cuenca: ¡espero poder seguir contando con todos vosotros siempre!

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