Las distintas funciones que estos
programas ofrecen se pueden llevar a cabo por medio de un cuadro de diálogo o
mediante la pulsación simultánea de combinaciones de teclas. El usuario utilizará el ratón o el teclado según sus necesidades
visuales. Tienen el inconveniente de que a mayor aumento y ampliación, menos
cantidad de información se nos muestra, pues la zona ampliada acapara,
proporcionalmente a esa ampliación, la vista de la pantalla, ocultándose el resto de la misma (efecto
lupa), perdiéndose, por tanto, mucha referencia respecto a la información total
que se puede manejar.
Para paliar este problema y ofrecer
al usuario una información más completa, algunos de estos programas tienen
salida parlante complementaria (por síntesis de voz) de la información paralela
a la que se va magnificando, referenciándola en muchos casos al entorno general
del sistema operativo o programa que se esté utilizando, aportando además la
posibilidad de leer los documentos y textos en pantalla por voz. Esto es útil
para sordociegos con restos auditivos, como apoyo a la información visual con
las ayudas auditivas y de amplificación sonora correspondientes. De esta forma,
y en función de esos restos, se podrá configurar la síntesis de voz eligiendo
las voces y características de las mismas que las hagan más compatibles con el
tipo concreto de pérdida auditiva.
Cuanto mayores son los restos
auditivos, las adaptaciones serán menores. Si existen muy buenos restos
visuales, es suficiente con cambiar el contraste de figura-fondo de los
elementos de la pantalla, configurarlos
a un tamaño mayor en las opciones del sistema operativo, poner monitores de
mayor pulgada o determinar el contraste del puntero del ratón acordes con la
dificultad de localización visual del mismo.
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