sábado, 26 de enero de 2013

Héroes anónimos - CESAR TORRES CORONEL (1917-1985) Parte 2 de 2

Era muy mañoso, encolando sillas, arreglando grifos, reparando planchas, poniendo enchufes eléctricos y haciendo otros trabajos. Manifestó siempre ser muy metódico, meticuloso y ordenado en todas sus actividades. Muy pocas veces se le vio enfadado, mostrándose continuamente afectivo con los compañeros, principalmente, con los ciegos sordomudos, a quienes protegía solícitamente y procuraba enseñarles cuanto él sabía para que se autopromocionaran y fuesen más felices.

Al terminar la Guerra Civil española, César fue nombrado bibliotecario del Colegio Nacional de Ciegos, asignándole un jornal y permaneciendo en el establecimiento como interno. El catalogaba las obras, confeccionaba los ficheros, entregaba libros a los lectores, extendiendo el recibo correspondiente y recogía los volúmenes, una vez leídos por los usuarios. En 1946 fue nombrado empleado de la imprenta Braille del colegio, percibiendo un sueldo no muy elevado, siendo el encargado de corregir y encuadernar las obras que se iban copiando o imprimiendo en el sistema francés de puntos en relieve, haciendo y deshaciendo paquetes de libros, ordenando ficheros y controlando las entradas y salidas del papel. Ya no dormía en el colegio, porque lo abandonó al enfermar del pulmón en 1945 para evitar el contagio a los alumnos. Otro empleado de la imprenta, que vivía cerca de la casa de César, se tomaba la molestia de llevarle al centro docente y conducirle después al domicilio. Más tarde, en 1951, fue colocado con un buen sueldo en la imprenta nacional Braille, instalada cerca de su hogar, siendo su propia madre quien le acompañaba al lugar de trabajo, donde realizaba las mismas tareas que en la imprenta del colegio, y después le recogía para llevarle a casa. Siempre cumplió fielmente sus obligaciones laborales, mostrándose muy respetuoso con sus compañeros y superiores, quienes sintieron mucho su marcha de la imprenta cuando se jubiló por la edad.

César adoraba a su madre a quien, ya viuda, mantenían él y su hermano; pero cuando se quebrantó la salud de esta señora, nuestro protagonista se casó, con el fin de tener una persona que le cuidara y atendiese a su madre, que falleció a los pocos años confortada por su hijo ciego y sordomudo. En 1984 enviudó César, quedándose muy desconsolado y angustiado, sin familia ni persona alguna que le cuidara e hiciese compañía; pero una humilde y bondadosa señora viuda y con tres hijos le hizo proposiciones matrimoniales con objeto de atenderle debidamente y tener derecho a su pensión, en el caso de que él muriese. César, que gozaba de poca salud entonces, aceptó el casarse de nuevo y la ceremonia se celebró en el mes de abril de 1985, pero pocos meses después, el 9 de julio de ese mismo año, falleció este gran amigo nuestro.

Los españoles no hemos sabido valorar la extraordinaria personalidad de César Torres Coronel, quien, por su inteligencia y dinamismo, sin tener recursos económicos, alcanzó tan alto nivel cultural y social, que es digno de figurar junto a Helen Keller, Ranghild Kaata, Eugenio Malosi y otros ciegos sordomudos de fama universal. Sin apoyo alguno del Gobierno, ya que a su caso no se le dio la publicidad necesaria y doña Rafaela Rodríguez Placer, en su admirable humildad, no aprobaba los exhibicionismos ni que a su pupilo le tratasen como a un mono de circo, consiguió César ocupar un puesto destacado entre sus compañeros de infortunio y ganarse honradamente el diario sustento con el esfuerzo de su trabajo.

El 13 de diciembre de 1941, festividad de Santa Lucía, patrona de los ciegos, la Organización Nacional de Ciegos celebró en el madrileño teatro Calderón un homenaje a doña Rafaela Rodríguez Placer por sus 50 años dedicados a la enseñanza de los privados de vista, como profesora del Colegio Nacional de Ciegos y del madrileño Centro Instructivo y Protector de Ciegos. En este acto se le hizo entrega de la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo, concedida muy merecidamente por el Gobierno a propuesta de la ONCE. Fue muy emotivo presenciar cómo le entregaba dicha medalla a doña Rafaela su alumno más predilecto, César Torres Coronel, el niño que llegó a sus manos siendo un bloque de mármol en bruto y que ella labró con cariño y arte hasta convertirlo en una admirable estatua dotada de buenos sentimientos y capaz de ser útil a sus semejantes, gozando de la relativa felicidad que puede proporcionar a un hombre ciego y sordomudo este valle de lágrimas, cuando se vive dignamente del fruto de su constante trabajo.

10 comentarios:

  1. Hola ;
    Soy una sobrina nieta de la señora que se casó con don cesar.
    Me gustaría añadir algunas correcciones A tu historia.
    Mi tía no se casó con don cesar para cuidarlo,sino por amor y el que era admirable cómo sirdociego,era egocéntrico cómo persona y bastante insoportable.
    Le conocí muy bien pues viví con ellos temporadas e incluso ofrecieron A mis padres mi adopción.

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  2. Era este hombre el sordo ciego mudo más listo de España y mi tía que también era sordomuda no se quedaba atrás

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  3. Pero además tenia el pobre la cara picada de viruela y una erisipela que le atacó en su vejez.
    Durante los tiempos de la guerra civil,su hermano fue hecho prisionero y el era la única visita que le estaba permitida, más que nada porque sus captores pensaban que al tener esta minusvalía,no podía comunicarse. Ni informar de lo que ocurría en España fuera de ésas rejas.se equivocaban.

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  4. Mi tía,su primera mujer,se llamaba Juana garcía ruano.era de camarena (toledo) y cuando le conoció eras los dos muy mayores.
    Siempre los admire por su capacidad de comunicación entre ambos y con los demás.
    Tenia el un abecedario dorado con las letras en relieve e iba escribiendo lo que quería decir.
    Con mi tía se comunicaba con las manos.
    Llegaron A salir en alguna revista y periódico que mi abuela guardaba con mucho celo.

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  5. María Jesús Cañamares13 de diciembre de 2016, 22:39

    Hola:

    Aunque soy la propietaria de este blog, todos sabéis que no lo administro yo porque todavía no soy capaz de llevarlo, por lo tanto es su creador, Javier, quien sube el material y me manda a mí cualquier comentario que hacéis relevante.

    Ahora me ha mandado el que hace la sobrinanieta de la mujer de un sordociego llamado César a quien tengo el gusto de conocer en persona.

    Quería comentaros que: 1, no es que el hombre fuera insoportable, sino que al no tener facilidad para comunicarse, uno se aísla sin querer y a veces rechaza el contacto físico pero es por miedo, por temor a no entender lo que le quieren decir.

    2. Conozco a César pero jamás supe que se había casado, no obstante supongo que efectivamente no sería "para cuidarlo" el motivo por el que esa señora se unió a él. Una cosa es que seamos sordociegos y nos veamos privados de muchas posibilidades de desarrollarnos normalmente, porque la comunicación es una gran barrera y se necesita mucha habilidad por nuestra parte y paciencia por la de la sociedad. Pero otra cosa es que seamos tan inútiles, que necesitemos casarnos con alguien para que nos cuiden.

    Por Dios, que tenemos manos, cabeza, pies..., que con las manos podemos hacer muchísimas cosas, que no nos dan todo hecho...

    Además, César si no recuerdo mal, era escultor o al menos le gustaba la escultura, cosa que demuestra que para muchas cosas sí valemos.

    Aprovecho para felicitaros a todos y todas estas fiestas navideñas deseándoos lo mejor del mundo.

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    1. Hola otra vez:
      En primer lugar decirla que nunca he infravalorado A nadie por su minusvalía,todo lo contrario.

      Mi objetivo al contestarla era aclararla que no se casaron para cuidadoso usted decía sino por amor

      Lo que no entiendo muy bien es si usted escribió el post cómo es que ni sabia de su mujer? Y A la vez por que duce conocerle tanto y quien le contó esa historia.

      Para dar mérito A una persona no hace falta fastidiar A otra.

      Y feliz navidad para tidos tambien

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  6. Hola otra vez ;
    En primer lugar disculparme por mi expresión insoportable que no fue buena,pero en ella no quería hacer alusión A su minusvalía ni tenia nada que ver con ella.
    Mi tía se pasaba la vida ocupándose amorosamente de el y lo se bien porque pasaban los veranos en casa de mi abuela en camarena
    Y cuándo digo bastante insoportable quiero decir que mi tía pasaba el día A su completo servicio, cosa que por ciertoella estaba encantada de haber

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  7. Además me gustaría añadir que todo lo demás es cierto se casó con la señora que le cuidaba yo la conocí personalmente.
    Y también recalcar que aunque era sordo ciego mudo no tenia al menos con nosotros ninguna dificultad de comunicación
    Jugaba al domino espectacularmente y le gustaban los chistes verdes y quería mucho A mis abuelos,sus cuñados y yo aprendí A comunicarme con los sordomudos gracias A lo que aprendí con ellos.

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  8. Y perdón por mi comentario de insoportable pero créame tampoco fue muy acertado alegar que se casó para que mi pobre tía también sordomuda le cuidate no es verdad.

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  9. Perdón!!?? En ningún momento puse en duda su capacidad para todo,al contrario,era superintendente.
    Me molesto sobremanera la costilla de " para cuidarlo" y si usted no sabia ni que estaba casado pese A que tenga otro administrador su bloc,ya me dirá quien ha escrito esa historia.

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