Aquí el lector conocerá los distintos grados de
autonomía personal que un sordociego puede lograr y las áreas principales que
los técnicos enseñan en los programas de rehabilitación. Me centraré en las
técnicas de guía vidente, para proporcionar a los acompañantes de las personas
sordociegas el modo más seguro de transmitir en los desplazamientos la
información del entorno. La comunicación con los sordociegos durante los
desplazamientos como guía vidente altera tanto la adaptación de los sistemas
que normalmente se hace, como las técnicas de guía de una persona ciega; por
ello, dedicamos una parte del capítulo a las modificaciones que se deberán
realizar en ambos casos y a las normas que se deben cumplir en situaciones de
riesgo.
Los programas de rehabilitación. Cuando las
personas que oyen y ven piensan en los sordociegos e intentan imaginarse cómo
se pueden desplazar, piensan que es imposible que lo hagan de manera
independiente. La disminución o falta completa de la visión y la audición, que
son los dos sentidos que permiten a la persona conocer a distancia próxima y
lejana lo que ocurre en el entorno en el que se encuentran, sumado a la idea de
no poder pedir ayuda en una comunicación de doble vía, hace pensar a algunos de
los afectados, familiares y público en general, que caminar solos es un peligro
para sus vidas.
La realidad es que, teniendo en cuenta la
heterogeneidad de la población sordociega, no se puede afirmar de manera
general que las personas sordociegas no pueden caminar solas. Hay algunas que
padecen una pérdida auditiva y visual en mayor o menor grado que se desplazan
de forma independiente a distintos lugares, incluyendo aquellos a los que
llegan en transporte público. Otras personas lo hacen únicamente en recorridos
conocidos y habituales, o en condiciones de iluminación óptimas para su
deficiencia visual, y para otros itinerarios prefieren ir acompañados de una
persona que ve. Por último, hay sordociegos que no salen a la calle si no van
acompañados.
Esta variación en el nivel de independencia en los desplazamientos
de cada persona se debe a distintos factores, como: el grado de pérdida
sensorial; si las deficiencias son congénitas o adquiridas y si su aparición se
produce de forma progresiva o repentina; el grado de motivación y el de su
necesidad para caminar; si ha recibido o no un entrenamiento en rehabilitación,
y el grado de habilidad que posea para comunicarse en la calle con personas que
utilizan un sistema distinto al suyo. La sociedad actual concibe al individuo
como un ser que debe desarrollarse en sus distintos ámbitos y valerse por sí
mismo.
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